Un día a la Vez

Soy un mar de ideas sin concretar,
Soy un mar de ideas que si hablara formaría imperios,
Un mar de ideas que no sirve de nada,
Ideas que sin llevar a cabo se esfuman,
Ideas sin concretar,

Confieso que algún día amé pero lo dejé ir.
Así como mis ideas que se quedan ahí arriba nada más,
Aveces se convierten en un suspiro, y es más a veces llegan a formar algo,
Pero entonces .... nada .... en serio nada pasa.

Comencé a escribir un diario desde que tenía 8 años,
Si así como lo oyen, el último diario lo dejé porque los demás comenzaron a decir que era infantil y poco de moda.
La verdad es que yo comencé a escribirlo porque nadie más podía saber lo que pensaba, es decir, pensarían que estaba loca, o que era un caso para el departamento nacional de Psicatría.

No lo sé, la verdad es que para mí, escribir era una puerta a un mundo mejor, a veces escribir era como la forma de ordenar mis pensamientos, descubrir mis sentimientos, plasmar mis miedos, escuchar mi interior sin tener que temer a ser escuchada o mal entendida. Fue la mejor forma que encontré para hablar de mis problemas e imaginar mundos nuevos, llenos de soluciones fantásticas y divertidas.

Hace tiempo que llevo escuchando esta vocecita pero no había querido escribir de ella, tenía miedo de que lo que saliera de ella fuera cotidiano, vano, sin brillo. La verdad es que ahora pienso que no importa cómo sea, al final es mi voz y eso es lo cuenta.

Aceptarme por lo que soy, quien soy, una mujer fuerte o débil, vana o profunda, genuina o imitadora, no importa, lo que importa es que soy y punto.

Esto es sólo un ápice de lo que puedo ser, comprometerme a escribir un poco cada día es parte de la tarea.

Adelante.